miércoles, 26 de agosto de 2009

FRUSTRA





No estaba claro, ni venidero

el horror, el placer de la vida,

las lágrimas por deseos frustrados,

los viejos amores en el recuerdo.


Y la pasión me vence,

me agarra de un tirón la cabellera,

tranquila, risueña,

se despereza en mi regazo,

y me habla,

como un rayo.


Como ayer, los recuerdos,

la mente en vela

en las noches de invierno,

tiritando de frío.


Y mi camisa, tan arrugada

y sucia, me cubre la piel,

y su pelo me acaricia

la mejilla.


Cuando el cielo es el deseo de los dientes,

hablando de recuerdos,

muerdo un alfiler,

quemo mis pecados,

mi rabia, y mi pasión

frustrada.


Y en la noche me desperezo,

y escribo letras de amor

desesperadas.

Reitero, me vence la vida

en las esquinas soñolientas,

de ciudades repletas

de perros a la noche,

y vidas independientes

en ventanas de hierro frío.


Triste y parado,

me enfrío,

y enloquezco de rabia,

lejos de tu regazo.

Poetas y poemas en conjunto

me recuerdan un momento,

y me uno al desaliento

apasionado.


Junto al fuego,

junto a todo,

junto al viento,

a lo lejos,

gritando.

viernes, 7 de agosto de 2009

BORRACHOS PEREGRINOS


Martinis disecados en esta noche de Agosto:
"por favor, camarero, sirva otra copa más".

Un brindis entre llantos de sudor,
las risas de vagantes peregrinos,
andando como siempre sus caminos
embutidos entre deudas de alcohol.

Un urra por los llantos disecados,
que nacieron de resacas en el monte,
intentando ver el horizonte
borrachos que recuerdan tiritando.

El viento que acaricia los labios,
en el monte, de nuevo, sin tu voz,
oyendo a lo lejos los llantos,
oyendo a lo lejos los salmos.

Por pueblos que pasan desapercibidos
mi alma recorre un sendero,
y se cansa de esperar,
y muere.

Allá, a lo lejos, me veréis regresar,
con un pan bajo el brazo,
llorando a gritos.

Como aquellos vetustos caballeros,
que cabalgaban en la tierra,
ayudados de su ira.

Me veréis regresar,
y coger de nuevo la estaca.

Y me oiréis gritar.


LA NOCHE ESTÁ LLORANDO


La noche está llorando,
y los grillos cantan,
y las aves son murciélagos,
y la noche está en la nada.
¿Recuerdas cuando nos escondíamos?
de nosotros brotaban
las palabras más pequeñas,
en aquel banco oxidado.

En aquellos primeros momentos,
aquellas palabras de deseo,
promesas de rabia, promesas
de anhelo, y miradas.
Aquellos locos, aquellos
que murieron en la tierra
defendiendo deseos
por amores, por el alma
en vela.

Y sentían su pecho arder,
como yo,
y tú.

Cuándo nos mirabamos en la noche,
parecíamos distintos,
bajo la luz de los semáforos.
Furtivos los señores de la noche,
en la niebla de Noviembre,
cumpleaños escondidos
entre locos.

Y los sueños, otra vez,
nos hablan en silencio.
Como en los parques escondidos
las palomas hablan
y picotean en el suelo.
Y observándolas, me rindo,
me caigo,
te caes,
y flotamos.

Entre miradas, como siempre,
entre llantos, lentamente,
nos hablamos.
Y somos nosotros,
sólamente.

jueves, 6 de agosto de 2009

SI ME ABRES LA VENTANA


En noches como esta, no puedo dejar de escuchar canciones que inspiran al aliento. Soy feliz con la triste alegría de sentirme un alma en pena, vagabundo de un terreno barrido, navegante de un barco pegado al cielo. Y por mis sueños me paro a descansar, con las historias de amor que me brindan un soplido en el pecho, y me acogen en la oscuridad de la juventud de la noche. Cuando el aire entra por la ventana me siento resfriado, y tu pelo me acompaña en los deseos de alcohólicos recuerdos. Miradas en la mente, miradas, y no te veo, ni te escucho, ni si quiera me acuerdo de tu voz. Y todas las personas que han pasado por mi vida me recuerdan en noches como esta, sin saber nada. Y las luces que iluminan la pequeña habitación me recuerdan a tus llantos sin sentido, aquellos que sólo servían para lavarte la cara, y así los dos poder nadar con tu pelo hacia una costa escondida, en los valles del desierto. Si me miras esta noche, podré imaginar tu ventana. Y colgarme de tus medias, si me abres esta noche. Si evitas que me encoja tiritando en el jardín, y me acaricias la espalda. Si me tientas a perderme en tus labios, y me cojes de la mano. Tan sólo, si me tientas, te hablaré como ayer. Te hablaré como aquel pequeño trovador que compone sus versos entre las caricias de la noche, y habla en solitario. Y entonces, cuando llegue la pena, estaremos los dos. Si me abres la ventana.

miércoles, 5 de agosto de 2009

LUNA, AMOR, DÉJAME SOÑAR


Vuelvo a escribir, tan tarde como siempre,

los versos a la luna,

plácidamente, en un domingo desahuciado,

mirando las hojas.


Cuando brillas y lamentas

tu ausencia de fuego,

cuando eres el amor

disipado con el viento.


Te escucho sollozar

en un Agosto encogido,

rumbo a países lejanos,

a la llama escondida.


El sol que te persigue

de este a oeste,

y tú que te escabulles

en la noche, en mi mente.


Las brasas de un cigarro te inspiran un deseo,

y sueñas con volver a ver un rayo,

sueñas con el alba soñolienta,

y lloras sin temor, sin aliento.


Colgada en el techo interminable,

sobre borrachos que se burlan de tu estela,

arropados entre gatos sin nombre

los poetas en la acera.


Un Agosto interminable te oyó

tiritar la pasada primavera,

al ver escrito con sangre

tu nombre en las flores de la arena.


Y sonríes suavemente,

y se burlan las estrellas,

el sol a lo lejos te recuerda,

y te hace guiños a ciegas.


Y tú, tan parada como siempre,

ves dar vueltas al mundo que te hiere,

dando gracias por tu aliento,

dándolo todo por un recuerdo.


¡Oh! dueña de la noche,

acoge a mi pecho una vez más,

para que tras la tenue luz de un coche

mis pensamientos me inciten a soñar.


Y mi vida tome un rumbo sin sentido,

y me agote de buscar el camino.


Y tú, tan bella como siempre,

serás en tu nombre una,

y al fuego traicionero

le dirás que se aparte…


…cuando todo esté en silencio,

y mi alma ya descanse.

martes, 4 de agosto de 2009

BAJO LA LLUVIA


Cierto trovador dijo una vez algo de una imagen, una imagen tan desgarradora como profunda. Sí, hablaré de aquel baile desolado bajo la lluvia, las gotas resbalando por la carne que representa el alma perdida, los sollozos que acompañan la humedad, los gritos, la pasión. Aquella noche fue increíble, y no volví a saber nada más. Aquel recuerdo que conservo. Salí con un guiño a la calle de un invierno temporal, y ahí estaba tu sombra, deslizandose entre el asfalto mojado. Resbalé un poco antes de tocarte, miré hacia el cielo, recordando aquel agosto estrellado en el pasado. Y bailamos bajo la lluvia, con Quique de fondo, sí, recuerdas, en aquella vieja radio que guardabamos bajo el porche, y escondíamos en los días de tristeza. La radio de nuestra juventud, que nos recuerda lentamente quienes fuimos, y nos hace pequeñas imagenes de lo que podemos llegar a ser. La vida en recuerdos, la vida en sueños, la muerte bajo la luna tan viva como siempre. Y el horizonte nos observa, entre sus penas de haberse despojado del otoño. Nunca nos dirigió una sonrisa, siempre mirabamos friámente su figura, pero ya no importa. Ahora es tiempo de descanso, de llorar y manchar la ropa. De reir y cuadrar la boca. Si te quedas conmigo.