jueves, 29 de septiembre de 2011

Esta soledad me admira demasiado



















Esta soledad me admira demasiado,
'¿Por qué has de tenerme tanto rato?'
Le dije mientras no marchaba
cuando el viento trajo amor
y el canto me hizo amigo
un día.

Pero soledad seguiste en mi alma
derrotando la belleza de los días
y te fuiste a ratos
dejando mi vaso conmigo.

Esta soledad me admira demasiado,
si yo pudiera lanzaría mis párpados
al viento y cerraría el cielo
con mi sueño solo.
Sonaría música, tal vez,
en los dibujos de la musa tierra.

No me admires, no me tientes,
déjame solo con mi compañía,
déjame volando sin ti,
no te quiero, pero a veces miento
y te amo y los dos jugamos solos
a perdernos y a sentir,
como si no hubiera mundo,
como si no hubiera cielo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

*


Mi infancia
tiene un olor
a naranja y a perfume,
tiempo desertor del mundo
agora y antes.
Somos lava, o nieve,
o simplemente escarcha
en el aire.
Agua, mineral precioso
que bellamente se oxida.
De incógnito
me visto
y me pierdo
en el humo,
una vez y otra,
y vago
desde lejos
hacia la tierra,
ésta mi
tierra
preciosa,
llena de alma,
más llena que el cántaro
volando por mi tiempo
en el estertor mudo
de la ausencia.

¿Y ésta, mi ausencia?
¿Dónde está la nada
cuando falta ella?
Mi nada
es lo que suena
en la tiniebla de
la bruma.

Dejando el vaso ausente
para llenarlo
de aire,
y lanzar el mundo
al espacio
y recorrer lo infinito
de la noche
eterna.

Podría preguntar
por el silencio,
amasarlo con
poesía y
lanzarlo con
el mundo
y con la noche.

Podría salvarme
mirando al cielo
y caminando
sin alas
en los bosques
más profundos
de esta nieve
que me ama.

Sería precioso,
sería como llegar
al infinito
y contarlo
y vivir entre deseos
eternamente y
cumplirlos,
y ser la vida
puramente viva
manchando de
amanecer el mundo
y abriendo corazones
como amapolas
vivas que amanecen.

¿Y quién no ha sentido
el mar alguna vez?

martes, 6 de septiembre de 2011

HACIA NINGUNA PARTE


¿Me seguirías por los parques hacia donde nadie duerme?
Allí nos espera mi silencio conversando con tu sombra,
y tu ahogado grito se desvanece en la lengua de las mariposas
escondiendo en su amargura un deseo de amor eterno,
de amarillo día,
de lamento
e intento
de sonrisa.

Así que volarán los pájaros en tu aurora
y allá donde las nubes se hacen eco
coseguiremos la palabra vida.

(Y estoy alegre en este temprano amanecer,
buscando acaso el alba y solo hay sombra,
con un ocaso que tu mente no imagina
enterrado en esta nada imaginable).

Llega la noche y tu aurora se hace estrella,
se hace y se deshace constantemente
porque la forma cambia,
porque es la aurora viva
susurrando gritos a mi alma.

Te tengo entre mis brazos cogida por el alma,
y si te suelto tu garganta aspira a ser mundo,
y si más te agarro me traspasas la sonrisa.
Eres como una voluta que vuela entre mis manos
hacia ninguna parte, el más bello lugar
de la tierra.

Hay en esa parte una voz que expresa el llanto
y lo traduce; y hay también quejidos
de sangre eterna diluviando los parques,
el camino, el deseo de amanecer
sentados en el aire, como si pudiéramos
amanecer de alguna otra manera.



jueves, 1 de septiembre de 2011

MORIRÍA DE VERAS


(...) y me voy a pescar
con tu hilo largo
los peces de la aurora.

Pablo Neruda

Moriría de veras si de verdad
la verdad me acompañara,
si tú fueras la verdad,
si tú no te murieras.

Moriría de veras en lo sublime
de tu espalda, cantándote
palabras muertas que
descalzas caminaran
por tu boca hasta besarte,
oh, compañera.

Moriría de veras cuando
fueras ese sueño que
a mi vida le hace aliento
útil, como útilmente
tu sombra, casi muda,
no me alcanza.

De mi añoranza haría otra vida,
y viviría de nuevo contigo
si morirme no bastara,
si al morirme no cantaran
tus ojos mirándome morir.

Y he muerto esta noche en tus brazos,
infinitamente puro
de este amor que puramente
me deshace.

Mi alma nace;
ven, tu aliento
ahora está conmigo,
volando por el mundo
en otra parte.