jueves, 25 de octubre de 2012

ANULACIÓN DEL YO

A John Keats.

Que de tanto ahondar en el mundo
no sea yo el mundo sino el mundo
el Yo que me posea, me vierta
hacia el ocaso introspectivo,
es, valorando lo vivido,
una hermosa pena de saberse.

Ay, si tu sombra urbana, Poeta,
fuera para mí la rosa,
la bella rosa entre mis párpados
dormida, ay, si todo
fuera, no estaría
en lo cierto al proclamarte
mi fuego en tempestad
que necesito.

Que en fin toda la palabra
se vierte en esta sombra,
que en fin soy sombra
mantenida en vilo aún así
entre el sollozo de mi
pena de muerte
que me anula.

Ni yo, ni ser,
¡Oh, nada!

Tan sólo el corazón, Poeta:
¡El corazón! ¡El corazón!