Mis lágrimas son mis besos empapados en sudor.
Oh, fui, seré, y sí,
a veces recuerdo
que lloré frente a los árboles en otoño.
Mil veces; mil, y a veces
tantas que no recuerdo.
Oh, cuantas veces fui
Y tú fuiste en mis versos mi dolor,
Aunque admira mis cantos
Que hierven de rabia y lamento.
Porque no caerán presos de la vida,
Serán, al margen, otra.
Y temblarán.
Temblarán por verte,
Mas no tienen miedo.
Son presos de la vida
y a la vez libres de todo.
Son ideales, amores minuciosos
que hierven en silencio.
Son ideales
que no mueren.
Tranquila, mujer, serán ellos
quienes te abracen por la noche,
cuando sientas a tu alma embriagada en el silencio.
Te abrazarán, y te besarán.
Te miraran tanto que enamorada
los mancharás de lágrimas,
y serán tu llanto secreto.
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