jueves, 29 de diciembre de 2011

LO NEGRO















El cielo ennegrecido
me pregunta, inquieto,
'¿Y ha de morir contigo
el mundo mago?'
Y debo llorar
ante el maestro
cuando advierto que
soy una nube
horrible que sangra
petróleo en un torrente
infinito.

martes, 27 de diciembre de 2011

ODA AL CIELO

Es triste que el silencio
me canse.
Es triste el sueño,
es triste,
pero los suspiros son piedras
bellas brillando
en la mañana.

Siempre llueve en mi ciudad,
y tengo tanto frío
que el alma se convierte
en un trozo de hielo
por el que todo el mundo
me pregunta.
Mi alma es un glaciar
completamente oscuro.
Mi alma sueña
y es como subvertir
los segundos
a ratos,
a ratos,
y soy, soy, soy.

¿Por qué no ofrecer
mi eterna sonrisa
si mis dientes son
algo contrario al fuego?

Llega un viento absurdo
a tocarme.

El viento es interminable
en la mañana,
y mis manos desearían
arrancar el cielo
y llevar todas las estrellas
en su corazón pegadas.

martes, 22 de noviembre de 2011

*

En los labios franceses me perdí
pensando en la musa muda.

Hay ocasiones en las que estoy hecho
de palabras solamente,
y solo soy un labio solo
mojado de barro, de tierra, de polvo, de nada.


A veces amo, tierra, escúchame,
a veces amo...
y soy yo monte y fuente y río.
Ay, Fray Luis, si tu amada tierra
me mirara como me mira París.

En su cara ausente de ciudad dormida
a veces amo y también me duermo
manteniendo la mirada,
imposible como la canción amada,
como rosa estampada en el viento
yo me sueño,
yo me sueño.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Y si te mirara...

Y si te mirara
casi en secreto
mientras finjo
que está atrás
o delante
o a otro lado
lo que miro.

Y si lo hago luego
sin miedo y te sonrío
o me voy sin decirte nada
y sueño toda la vida contigo,
y me pregunto tu nombre,
y me pongo el abrigo
cada día sin tus manos,
entonces, después de todo,
¿Soñarías conmigo?

jueves, 29 de septiembre de 2011

Esta soledad me admira demasiado



















Esta soledad me admira demasiado,
'¿Por qué has de tenerme tanto rato?'
Le dije mientras no marchaba
cuando el viento trajo amor
y el canto me hizo amigo
un día.

Pero soledad seguiste en mi alma
derrotando la belleza de los días
y te fuiste a ratos
dejando mi vaso conmigo.

Esta soledad me admira demasiado,
si yo pudiera lanzaría mis párpados
al viento y cerraría el cielo
con mi sueño solo.
Sonaría música, tal vez,
en los dibujos de la musa tierra.

No me admires, no me tientes,
déjame solo con mi compañía,
déjame volando sin ti,
no te quiero, pero a veces miento
y te amo y los dos jugamos solos
a perdernos y a sentir,
como si no hubiera mundo,
como si no hubiera cielo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

*


Mi infancia
tiene un olor
a naranja y a perfume,
tiempo desertor del mundo
agora y antes.
Somos lava, o nieve,
o simplemente escarcha
en el aire.
Agua, mineral precioso
que bellamente se oxida.
De incógnito
me visto
y me pierdo
en el humo,
una vez y otra,
y vago
desde lejos
hacia la tierra,
ésta mi
tierra
preciosa,
llena de alma,
más llena que el cántaro
volando por mi tiempo
en el estertor mudo
de la ausencia.

¿Y ésta, mi ausencia?
¿Dónde está la nada
cuando falta ella?
Mi nada
es lo que suena
en la tiniebla de
la bruma.

Dejando el vaso ausente
para llenarlo
de aire,
y lanzar el mundo
al espacio
y recorrer lo infinito
de la noche
eterna.

Podría preguntar
por el silencio,
amasarlo con
poesía y
lanzarlo con
el mundo
y con la noche.

Podría salvarme
mirando al cielo
y caminando
sin alas
en los bosques
más profundos
de esta nieve
que me ama.

Sería precioso,
sería como llegar
al infinito
y contarlo
y vivir entre deseos
eternamente y
cumplirlos,
y ser la vida
puramente viva
manchando de
amanecer el mundo
y abriendo corazones
como amapolas
vivas que amanecen.

¿Y quién no ha sentido
el mar alguna vez?

martes, 6 de septiembre de 2011

HACIA NINGUNA PARTE


¿Me seguirías por los parques hacia donde nadie duerme?
Allí nos espera mi silencio conversando con tu sombra,
y tu ahogado grito se desvanece en la lengua de las mariposas
escondiendo en su amargura un deseo de amor eterno,
de amarillo día,
de lamento
e intento
de sonrisa.

Así que volarán los pájaros en tu aurora
y allá donde las nubes se hacen eco
coseguiremos la palabra vida.

(Y estoy alegre en este temprano amanecer,
buscando acaso el alba y solo hay sombra,
con un ocaso que tu mente no imagina
enterrado en esta nada imaginable).

Llega la noche y tu aurora se hace estrella,
se hace y se deshace constantemente
porque la forma cambia,
porque es la aurora viva
susurrando gritos a mi alma.

Te tengo entre mis brazos cogida por el alma,
y si te suelto tu garganta aspira a ser mundo,
y si más te agarro me traspasas la sonrisa.
Eres como una voluta que vuela entre mis manos
hacia ninguna parte, el más bello lugar
de la tierra.

Hay en esa parte una voz que expresa el llanto
y lo traduce; y hay también quejidos
de sangre eterna diluviando los parques,
el camino, el deseo de amanecer
sentados en el aire, como si pudiéramos
amanecer de alguna otra manera.



jueves, 1 de septiembre de 2011

MORIRÍA DE VERAS


(...) y me voy a pescar
con tu hilo largo
los peces de la aurora.

Pablo Neruda

Moriría de veras si de verdad
la verdad me acompañara,
si tú fueras la verdad,
si tú no te murieras.

Moriría de veras en lo sublime
de tu espalda, cantándote
palabras muertas que
descalzas caminaran
por tu boca hasta besarte,
oh, compañera.

Moriría de veras cuando
fueras ese sueño que
a mi vida le hace aliento
útil, como útilmente
tu sombra, casi muda,
no me alcanza.

De mi añoranza haría otra vida,
y viviría de nuevo contigo
si morirme no bastara,
si al morirme no cantaran
tus ojos mirándome morir.

Y he muerto esta noche en tus brazos,
infinitamente puro
de este amor que puramente
me deshace.

Mi alma nace;
ven, tu aliento
ahora está conmigo,
volando por el mundo
en otra parte.

viernes, 19 de agosto de 2011

**


Y pienso que ya ha pasado,
el instante, pienso, es la maravilla
más breve que existe,
y añado,
nadie, nadie en este instante
eterno fragua su
voz como
agua clara
o como ansia,
y vuelo
y sueño
niño que soy
del corazón
ajado en la brasa
del mundo
tornando sin muerte
al tedio.

jueves, 18 de agosto de 2011

*


I am bound, I am bound, for a distant shore,
By a lonely isle, by a far Azore,
There it is, there it is, the treasure I seek,
On the barren sands of a desolate creek.

Henry David Thoreau

De esta soledad que en la noche
me desnuda
se me hace agua el pecho
y me sangra la locura.
Oh, la voz que me esconde
como si yo fuera un eterno
ambiguo capitán despierto.
Lo que soy es un instante,
y ese mundo que afuera
aguarda se estremece
conmigo pensando
cómo la luna pudo
fundirse en el agua
y dibujar despacio
la sombra
que transparenta mi alma;
y veo y me ve el mundo
como esa luna
a través del agua,
esa gota a contraluz
que muestra mi cara pálida
oculta en mis ojos
que no me miran,
que ni siquiera te miran,
sino que miran, quedos,
locos, horribles
muertos.

sábado, 30 de julio de 2011

EL VIOLÍN


Silencio. El mar rondaba en calma y todo yacía como la sangre altiva de un hombre débil. Un hombre que pudo llorar, y que sin embargo no consiguió vivir con la mano en el alma. En sus manos sostenía un papel; era la vida de un hombre la que había dejado el silencio en aquella hoja, y en las rocas y en sus ojos. Era como el agua que bañaba los puertos disecados de las bahías más solitarias. Ella le daba la espalda, mirando barcas y agua fría como el corazón amargo de un hombre. Volvía su pelo a brillar y a mojarse con el viento. Lloraba, lloraba tanto que el mar crecía y los barcos parecían inclinarse ante su rostro. El hombre miraba el papel, enajenado y somnoliento. El silencio poblaba aquel papel, y era imposible divisar su rostro, el de ella, el que lloraba hacia el mar y el que el mar escuchaba. El sol brilló, por un momento. El sol y la luna se juntaron en el día, como un eclipse que nunca existió. El hombre abrió un pequeño estuche donde guardaba un violín. Sonó la melodía, y ella aún no se volvía. El mar comenzó a rugir y a cantar con el alma de las notas. ¡Ah! Cuán pesada se hacía la huida, cuán horrible, ¡Ay! No volvía. El viento la abrigaba, y el violín seguía sonando. De pronto, apareció otro hombre. Al ver la escena, se quedó mirando. No se acercó. Cerró los ojos y pudo ver su infancia recorrer la mirada invisible de la dama a través de la sonata. Nadie oyó nada más. El viento cantaba también, y el mar siguió rugiendo, feroz como el alma de Neptuno. Nadie la vio llorar. El mar le cantaba, todos le cantaban. Ella se puso de puntillas, y con el alma brillando se dejó caer. La música nunca paró, el violinista cansado dejó de hablar; el otro hombre nunca abrió los ojos; y ella acompañó llorando al mar. Todos se abrazaron a lo lejos, como las historias se abrazan, o como los amantes se aman. Estremecido el cuerpo y la valentía, soñó el mundo con sus seres; y tanto soñó como pudo, callado, sin contarlo a nadie, y se volvió tímido. Como la vida, como el mar. Amaron todos y todos callaron. Ahora el puerto resiste, entre una valentía estéril que moja las pestañas y las cuerdas y su ropa.

lunes, 25 de julio de 2011

ENCUENTROS




No es nada, repetía constantemente el rostro que imaginaba, pálido, amigo, imposible. Entre líneas, dibujaba un beso que amargamente visitaba la nada (de nuevo, no es nada). O eso creía, tal vez lo creía porque no lo sabía, porque saberlo sería empobrecerlo o mentirle (no, no es nada). Encanto (encantado), visítame cuando el sol te busque en el café del puerto, entre el humo de la partida llorando porque el rostro me dice que no es nada. Entonces yo estaré callado, leyendo el periódico o algún libro de Neftalí (lo llamamos Neftalí porque queremos sentir la complicidad abrazar el aire), hablando de ti, como si fuera alguien que con un silencio profundo te miró en la cama. Tú como siempre andarás despacio, buscando en tu monedero algo inútil para no mirar mientras te acercas, hasta que cedes y veo tu rostro mirarme y los dos jugamos a sonreír mientras cada vez más grandes nuestros ojos no se apartan. Pero no es nada, buscaremos algún anuncio en el periódico y leeremos a Neftalí para quitarnos el hambre, y entonces caeremos en palabras silenciosas que preceden a un beso y nos quitan el amargo de un tiempo solo antes de estar en el café viendo a los barcos partir, y otras parejas que también buscan una moneda invisible en sus monederos apartando la primera mirada de un encuentro, soñando con imaginar todo el rato el rostro que aparece en sus almas como un puñal brillando en el desierto (pero es).

lunes, 27 de junio de 2011

Tu voz se hace la vida
cuando es silencio
amargo
todo lo que place
al mundo.

Oh, espesura infinita,
radio mundanal escrito
en el aire: misterio.

Oh, mentira
inherente al
mentiroso: sueño.

¡Yo canto para todos!
Y el viento... ese silencio
es una palabra hermosa.

¿Y la música? Su vida.

Este es mi canto
que escrito hiere
el corazón
callado
del hombre.

domingo, 5 de junio de 2011

La caída

Recuerdo: Así pasa,
entre tanto, solloza
y a veces mira
con recelo
el ansia de otros ojos.

Recuerdo: Así vuela,
marchita la derrota
aun cuando es en sí misma
palabra que advierte.

Mañana: Así no existe,
quizá, porque nada
ampara el vivir
que se presagia.

Mañana: Será la existencia
de un mundo inhabitado,
donde vivir un segundo
sea vivir lo insoportable.
Poetas del silencio,
yo os canto la palabra
muda que amanecerá
mañana.

Os muestro mi instante
de nausea
con un ligero pesar
que se clava
y permanece.

Todos, callados,
en esta tempestad
de mundo:
escribimos la nada.


martes, 3 de mayo de 2011

Puede ser que tus labios

se corten como se corta

la obviedad o el presente,

delante del recuerdo

más cercano.

Así pasa un segundo

como una figura

abstracta que relata

un sudor antiguo,

como el ambiente húmedo

de la historia.

El sudor que habla

entre tinieblas cuando

una sombra corta su paso;

y la sombra, ay,

la sombra incandescente

es un temor que

no perdona.


Puede ser que un suspiro

corte mis labios

al decir que no,

detrás de una oreja

impúdica y reina

de un sonido

ausente.

jueves, 14 de abril de 2011

KREUTZER




El diván de la ventana se presentaba claro ante la lluvia. No era precisamente una lluvia intrépida, aquel azar que diluye la calle cuando la sombra es terriblemente inmensa; sino una lluvia exacta, milimétrica, casi medida; como cuando un beso se oye de cerca y el viento susurra versos de memoria y olvido. Podría vivir años en el tiempo, tantos que se me acabara el recuerdo de las noches que fueron mi vida; y aún así, recordaría a Bianca, un alma de limón y rosas entre otras, pero con un extraño ser en los ojos que podría definirse en la palabra silencio. El silencio, o el sonido de la lluvia que ahora abrazaba la ventana junto al diván claro que recogía un olor a perfume viejo, era una palabra. El recuerdo que poblaba mi mente entonces se hacía húmedo, frío y silencioso; colmado de viejas melodías y de escarcha frágil. Así era mi sueño allí, y Bianca estaba… ¿Dónde? O, más bien… ¿Cuándo? Bianca, ese nombre; ese silencio tibio como el de una pausa. Si bien yo estaba sólo, allí se encontraba su sombra: sencilla y esbelta. Pero era la sombra de otro tiempo reflejada en el ahora y el allí. Mis manos entonces se deslizaron por el negro y el blanco del tal vez marfil de mi piano. Así abracé a la sombra efímera que marchó.

lunes, 28 de marzo de 2011

Este mar de ambiente absurdo
es un sueño.
Definirlo quisiera como el dolor
de la piedra en el zapato,
o como el calzado horrible.
Pero este mar de ambiente absurdo
no es un dolor ni una alegría.
Se asemeja más bien a la locura
o a la ingratitud del hombre serio.
Así es este mar de ensueño en la noche.
Amar quisiera todo el pensamiento
vivo, y me ensordece la vida.
Yo quisiera ser humilde
en medio de este mar que hiere.
Pues amor y albor en el sueño
descansan,
pero este mar profundo
y este ambiente
son como querer morir deprisa
entre la ausencia.
En este mar de ambiente absurdo
cabalga la vida y esa gente
que llora profunda
ante la aurora.

miércoles, 23 de marzo de 2011

The great gig in the sky


Vive, tras ello
llora; la vida,
la noche -muerta-,
el cielo y la poesía
entonces, sabrán
buscarte, entre los pétalos,
la tierra, el bosque,
las orugas y los peces.

Manchada, mi alma,
entre tanto hielo
y manchada también
de nostalgias que sangran.

Suda mi pecho
en el viento, y hay
un sueño en tu costado.
Mi sangre valiente
acude al grito de tu ausencia,
muerta, muerto, yo,
entre los caminos, tú,
vuelta de espaldas.
Mi espalda, una, dos, ya.

Aquí, quizás, allí,
o detrás, mira
entonces si hay
lugares, después,
con los ojos muertos.

Viviré con mi mano
en tus ojos, para
guardarte, entre la niebla,
entre el mar y el manto
frío de la noche.

lunes, 28 de febrero de 2011














Dime, ojos fríos.

De alba enjuta en el canto
se llena el alma que me vierte,
cuerpo en el día, primavera
cansada.

Yo quisiera ser como un
oscuro clarecer del alba,
como la sombra de un largo día,
como el miedo inmenso de la valentía,
ay, si más pudiera ser
menos sería.

Yo quisiera ser de todo
y ser nada,
ser fuertemente débil,
descansar despierto
en un minuto junto
a la vida que llevo
y que me lleva.

martes, 1 de febrero de 2011

TANGO


*

Un verso aquí sentado.

Cómo decirte que la vida
es pequeña flor y amarga,
ay, dulce sombra, allí
umbrosa, en la memoria.

Cómo decirte que si estuve frágil
no hubo viento ni aliado,
y que todo es la agobiante mañana
que espera un canto o un quejido,
quieta, en el cielo,
junto al hombre.

Cómo decirte que tu viento abusa
de los árboles y que mi quejido es dulce.
Cómo decírtelo todo y querer
abreviar el mundo en un suspiro.
Cómo suspirar si mi llanto es lento, ay...

Si vivir fuera un descanso
no habría fatiga ni amor.
Pero vivir es vivir
como sueña el hombre en la noche,
taciturno y sensible.

Entonces la flor es débil
y la canción amarga,
y aparece otra vez,
como un sueño impasible,
la mañana.


domingo, 30 de enero de 2011

*


Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.

Cesare Pavese

El día y su sinrazón,
el día muerto ya sin horas
siquiera languidece
en el pecho absorto
de otros días.

El día que no perdona
los pasos ni los ojos tristes.
Un día como otro cualquiera
entre la gente, aislado
del mundo.

Esos pasos que se oyen
penetrar la vida en lo profundo
de lo horrible.

Ay, una muerte segura
en el abismo.
Hay un corazón cansado
al otro lado.
Un despertar en otra vida
que no recuerda ésta.
Cuando todo es del color
de la azucena, Ay, Ay...

Y otros meses se van,
quedan los años
heridos.

Un segundo horroroso
que se desangra de ser
y el ser que no respira
y que no vive.

Entonces vuelve el latir,
y la respiración,
y el recuerdo,
y es la muerte.

martes, 18 de enero de 2011

*

Yo que vivo como un hombre
que busca
y que no busca,
soy todo lo que
nadie es, y sé que soy
la nada.

En este instante
busco palabras que alienten
al Yo que poseo,
y un fuego al paso de mi aliento.

Y yo que soy el hombre
altivo que busca, y que no vivo
como quieren otros Yo,
o como quieren el Tú
y el Ellos de la vida,
en este instante busco palabras
para que nadie quiera quererme,
y para que me quieran por ello.

Entonces seré y volaré por los mares
del mundo plácidamente
y callado.
Se agotará mi canto y mi gañido
en el tortuoso amparo del abrigo
húmedo y de la noche caliente.

Yo, el hombre, andaré por la tierra
y ya no volaré;
sino que buscaré la paz entonces
con la mano en el bolsillo.

No buscaré palabras porque yo,
el hombre, las tendré todas.
Serán tan mías esas palabras
de vida
que ya no me hará falta abrigo
ni necesitaré música, ni arte,
ni poesía.

Pero moriré, oh, moriré.
Lo haré un día como hoy,
con el sol brusco y la mirada
de la gente impávida.

Yo, el hombre mortal,
callaré al viento en mi costado
ese día en que la vida me haga
póstumo.

Un gañido entonces,
una palabra, suspirada,
me valdrán para agotar
al sentido del ridículo
en la calle o en casa o
en el monte.

Será mi última palabra
la única que habré buscado
cuando cante la muerte
y yo la oiga.

Y volveré póstumo
a buscar otra muerte
y otra última palabra.

Porque ya no viviré,
y porque lo que la vida
me deje serán palabras
que busqué en la noche
más callada.

Ahora me encuentro
aquí, en un segundo,
en un poema, en un
instante.
Aquí, esperando con la vida
al mundo.

sábado, 15 de enero de 2011

EL YING Y EL YANG

¿Tolerancia? ¿Marxismo? ¿Nación…? Un momento, criterio. El krátos del demos. La demo y la cracia. ¿Montesquieu? Ah, sí, ya recuerdo. La separación de poderes. Ya saben, esa idea ilustrada de un tal legislativo, un ejecutivo y un judicial. Y ya saben también, separados correctamente. Pero un momento, vayamos antes con el tema en cuestión: la tauromaquia y Cataluña. Bien.

La cuestión de la tauromaquia, esencialmente de las corridas, ha ensalzado patriotismo en unos y ha provocado náuseas en otros. Pero esta náusea –que no existencial- y este patriotismo, el debate, las palabras, las manifestaciones; todo esto suscita una pregunta: ¿Política u orgullo? El debate en cuestión suscita muchos dolores de cabeza, y muchas –demasiadas- palabras.

Como la paradoja de Sorites, Cataluña quiere encontrar el grano de arena que le defina como un montón Catalán; y como la paradoja de Teseo, quiere quitar partes de su esencia para dejar de ser un objeto español. Todo responde al deseo de la búsqueda de la identidad. Este punto de vista. Ahora bien, no es tampoco descartable la denuncia de la apología de la violencia que suscita el defender las corridas de toros, al igual que no es tampoco descartable el patriotismo en todos los casos.

Para hablar de nacionalismo, hablemos de nación. El sentimiento del nacionalismo, de oriente u occidente –entiéndase ideologías-, es el deseo de ser una nación con una propia identidad; una comunidad que quiere ser idéntica entre sí. Un mismo idioma –incluyendo la literatura-, una misma tradición, una misma historia. Pero el problema en realidad se aclararía con la voz del pueblo.

En un país como España, en el que reina una partidocracia encubierta por la palabra democracia, no es de extrañar que cada diputado esté condicionado cuando vota por el partido al que pertenece. Un hombre, un voto. ¿No? Mentira, nada, niente, anything. Lo que ocurre en realidad, y aquí me estoy refiriendo a España, es que el pueblo no elige a un diputado independiente, por separado… un momento. Ah, sí, ya recuerdo, Montesquieu. El legislativo está unido al ejecutivo. ¿Cómo? Y yo que creía que había separación y democracia…Pero sigamos con los novillos. La noticia trataba de algo claro. El gobierno catalán aprobó la prohibición de las corridas taurinas a partir del año 2012.

Afirmo rotundamente que la tradición de las corridas es algo terrible y angustioso, que venera la muerte sangrienta y dolorosa de un animal, inclusive su exhibición en público.

A lo largo de la historia, intelectuales como Miguel de Unamuno han calificado como bárbara esta violenta tradición. Sin embargo, no es posible dejar con indiferencia a aquellos que aman y se apasionan por las corridas.

La bravura de un toro es la juventud. Y en los espectadores se refleja el sentimiento más humano que existe: la nostalgia. Y es que la vida nos depara el camino, la odisea de un sendero incierto, las huellas que son el recuerdo y las lágrimas.

Por eso creo que lo que realmente nos empuja a vivir, lo que realmente nos alza y nos endereza en nuestra pequeña odisea, es lo sublime, kantianamente hablando; esto es, aquello que tiene cierto índice de mortalidad. El torero corre el riesgo de morir toreando, y el espectador corre el riesgo de que el toro vaya hacia ellos.

La adrenalina. A veces no es tan necesario ser fuerte en la vida, sino sentirse fuerte. Observar la bravura, mirarla, casi con indiferencia, y sentir un brote de empatía, aunque falsa, necesaria para el organismo del anciano nostálgico. Sí, eso es, ancianos nostálgicos, ancianos… mejor dicho, señores ausentes de bravura. La muerte del tiempo, con sabor a cieno antiguo y a brisa.

La apología de la violencia que hago ahora mismo, con mi discurso, con mi parole, no es más ni menos violenta que lo que podría ser la detracción de dichas palabras. Por eso me declaro abiertamente violento. Y, por ende, hipócrita. Me declaro de este modo porque no apoyo las corridas de toros, porque las veo sangrientas, porque las veo, no inhumanas, sino incoherentes.

Sin embargo, al proponer mi argumento de este modo, declaro abiertamente que estoy denunciando el sentimiento humano de la nostalgia. Decía Rousseau que el hombre es bueno por naturaleza, y que la sociedad lo corrompe. Ya saben, eso del Contrato social. Una gran obra de la ilustración. Pero entonces, si el ser humano es bueno por naturaleza, una de dos; o somos inhumanos, o el ser humano en la naturaleza no es humano.

Por eso yo quizá, como todos los que detractan las corridas, sea violento e inhumano; pero también podría considerarme como el mayor de los humanos, defensor de la paz y la no violencia, un beatnick, o sencillamente un Jack Kerouac. Un hombre de la generación beat, que, aunque no lo crean, no basa su vida tan sólo en las drogas y la psicodelia.

Pero sigamos con el tema. Según mis palabras, la vida es una paradoja. Y así vivimos, como crueles vagabundos vagando –valga- por la odisea mundanal –o la Space Oddity de Bowie, con los nuevos tiempos-. Pero si yo soy un beatnick, y los que hacen apología de la violencia son humanos en un mundo contrario a Rousseau, ¿Dónde está la belleza? ¿Dónde está lo moral y lo inmoral? ¿Dónde se encuentra lo correcto y lo incorrecto? ¿Dónde demonios me encuentro yo? ¿Y dónde te encuentras tú, lector?

Probablemente todos estamos perdidos. La ley, el mundo, el sueldo y el fisco; todo, absolutamente todo, es moral, y es inmoral. Por eso defender la violencia, o no defenderla, es caer en la relatividad, en el punto de vista, en la inexistencia de una verdad absoluta. Corriente relativista, pero quizá podamos desecharla si mentamos la unión. La verdad imparcial no es que no se moje, si no que se moja de la izquierda y la derecha, de la religiosidad y el ateísmo, del seguimiento y de la pasividad, de la vida y de la muerte. Por eso todos al apoyar una postura –cosa que siempre hacemos- somos partícipes de nuestra pequeña mentira atada al corazón.

Y eso es otra verdad: el corazón. Amigos, lectores, en estos malditos debates abundan pasiones políticas, pasiones monumentales de corazones faltos de verdad. Y aun siendo plenamente pesimista, he de decir que es muy difícil encontrar una verdad absoluta si no se cree en ella con el corazón.

Y esto acarrea que en toda ley y en toda enmienda haya un detractor y un partidario. De este principio de oposición nos habla sabiamente Julio Cortázar en el capítulo 73 de Rayuela: “El solo hecho de interrogarse sobre la posible elección vicia y enturbia lo elegible. Que sí, que no, que en ésta está… Parecería que una elección no puede ser dialéctica, que su planteo la empobrece, es decir la falsea, es decir la transforma en otra cosa. Entre el Yin y el Yang, ¿cuántos eones? Del sí al no, ¿cuántos quizá? Todo es escritura, es decir fábula. ¿Pero de qué nos sirve la verdad que tranquiliza al propietario honesto? Nuestra verdad posible tiene que ser invención, es decir escritura, literatura, pintura, escultura, agricultura, piscicultura, todas las turas de este mundo (…) “.

Como vemos, Cortázar nos lleva a la conclusión de que entre el Ying y el Yang la verdad debe ser creación. Debe ser tura, pero no en el sentido de algo prolongado –o quizá también-, pero más exactamente en el sentido de ese mismo morfema derivativo.

Por esto mismo hay que crear la verdad a partir del Ying y el Yang. Crear el mundo con las manos y la mente. Los toros prohibidos por ser violentos y por no formar parte de la tradición catalana. Los detractores de esta ley se oponen por ser amantes de la juventud y la bravura. Tenemos ambos bandos, bien.

Con todo en la mano, con las mangas repletas de argumentos, ahora, no en el centro, si no en la espiral que une a ambas partes, caminemos. Recorramos el mundo altibajo de la espiral de la verdad. Pero, ¿Cómo hacerlo?

Quizá el único remedio sea la imparcialidad, pero ahora bien, la imparcialidad no significa no mojarse, como ya he dicho antes. Hay que mojarse hasta la médula en esa imparcialidad, y entablar con ella la libertad de criterio y de opinión. Así, la legitimidad de la prohibición de los toros en Cataluña –y en cualquier parte donde aún sea legítimo- reside en que el propio individuo sea capaz de navegar de un sitio a otro.

Y entonces me pregunto, ay, ¿Puede un catalán, en 2012, allanar los senderos de su libertad? Perdonen, pero no. Normalmente la libertad ha sacrificado a la igualdad, y viceversa. Y en cierto modo aquí es así. La prohibición ha desechado la libertad de practicar la tauromaquia, y ha hecho iguales a todos los ciudadanos. Todos, absolutamente todos, quedan privados de las corridas.

Entonces, ¿Igualdad o libertad? Mucho me temo que así volveríamos al principio de oposición y habría que meterse de nuevo en la espiral de verdad que menté hace unas palabras. Probablemente, debería hablar de libertad igualitaria. Pero no voy a mancharles los sesos con palabras demagógicas.

Al fin y al cabo, lo que la democracia admite es que la mentira de una postura firme -que casi nunca es una espiral- sea decidida por la masa. Y la prohibición de los toros, con el tiempo, se convertirá en un triunfo o en un error. Depende de lo que cada uno crea que es legítimo. Depende de lo que cada uno alimente en su interior como verdad. Créanme.

lunes, 10 de enero de 2011

ANÓNIMO VENECIANO


Yo me perderé, anónimo y veneciano,
en el cantar del rocío de la noche,
en la humedad profunda de los álamos
y en las palabras mullidas de la brisa.

Será entonces mi sueño una noche
de palabras paralelas y huidizas
que mueren con la sangre ardiendo.
Pero no espero a la noche,
es ella quien me busca.

Mas yo me perderé, anónimo y veneciano,
en las palabras amantes
de un día estéril.

Seré como un cantar que alza el alma
al cielo y las estrellas.
Oh, yo, el hombre,
buscaré escarcha
y rocío,
aliento,
mentira y verdad,
amor,
odio y maldición,
sueño y derrota
con valor,
e ira.

Pero no espero a la noche
porque es la noche
quien me busca.

Todo será de un gris
tan oscuro
que confundiré la vida.

Y entonces lo llamaremos tiempo.