Vedadas son hoy las ventanas,
Alma viva, te apagaste
Rompiendo cristales como un rayo,
Oh fuiste, y nunca fui.
Lloraba en las esquinas,
Y entre vidas alejadas me perdía,
Pero no por más temblé
Cuando de oraciones me temía.
Fui un llanto escaso,
un caminar cansado,
un reír que se place,
y que al vivir vive tristemente.
Soy un mártir,
o un mal señor,
si me miras miro,
pero nunca fuí.
Porque nunca pude aprender
nada.
Oh alma, oh alma...
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