Tus recuerdos son, oh pequeños,
Como pequeñas gotas
Aire en mis mejillas,
Silencio amada.
Hoy, a la mañana
Salí tranquilo
Cuando un rayo vio venir
A los que hacían de mi llanto
Su enemigo.
Y entonces sentí, vida,
Mis manos,
Y añoré cuando callada
Las cogías.
No sé ni cuando, ni a donde
Fueron los que hacían
De su vida nuestro peso.
Sabrás de qué hablo,
Oh, son aquellos
Que incansables se lanzaban
Contra el viento.
Acuchillaban nuestros llantos,
Los arrugaban,
Y los hacían pequeños.
Y entonces llorábamos,
Y no fuimos,
Nada.
Aquellos nos hicieron
Gritar.
Ahora sólo puedo recordar,
Y tus recuerdos son pequeños,
Oh amada, cuan presto.
La vida llora
Y no hay resto.
Lánzate a mi alcoba,
Aún te quiero.
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