miércoles, 13 de octubre de 2010

SIN PALABRAS PARA MORIR

Sin palabras para morir sigo vivo,

en este instante mis palabras

no permiten mi muerte.

En este mismo momento

de viento sin bravura,

de llantos sin miel,

de abrazos sin piel morena.

Nadie permite mi muerte

porque sigo vivo.

En los versos y en todo

permito que se llore y que mi piel

arrastre las lágrimas.

Mis manos me dieron el mar,

y los labios pesados del invierno

me abrazaron con nieve.

Pido silencio, en este instante

de orugas sin hogar.

De saliva sin techo buscando

dientes solitarios,

e incluso encías.

Viviendo por veredas desoladas

que lloran conmigo.

Camino por esa larga acera de barro,

y nadie me ignora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario