martes, 6 de septiembre de 2011

HACIA NINGUNA PARTE


¿Me seguirías por los parques hacia donde nadie duerme?
Allí nos espera mi silencio conversando con tu sombra,
y tu ahogado grito se desvanece en la lengua de las mariposas
escondiendo en su amargura un deseo de amor eterno,
de amarillo día,
de lamento
e intento
de sonrisa.

Así que volarán los pájaros en tu aurora
y allá donde las nubes se hacen eco
coseguiremos la palabra vida.

(Y estoy alegre en este temprano amanecer,
buscando acaso el alba y solo hay sombra,
con un ocaso que tu mente no imagina
enterrado en esta nada imaginable).

Llega la noche y tu aurora se hace estrella,
se hace y se deshace constantemente
porque la forma cambia,
porque es la aurora viva
susurrando gritos a mi alma.

Te tengo entre mis brazos cogida por el alma,
y si te suelto tu garganta aspira a ser mundo,
y si más te agarro me traspasas la sonrisa.
Eres como una voluta que vuela entre mis manos
hacia ninguna parte, el más bello lugar
de la tierra.

Hay en esa parte una voz que expresa el llanto
y lo traduce; y hay también quejidos
de sangre eterna diluviando los parques,
el camino, el deseo de amanecer
sentados en el aire, como si pudiéramos
amanecer de alguna otra manera.



2 comentarios:

  1. Señor Trovador, he sentido en tu poema como si una brisa de viento frío azotara mi cara mientras paseo por un parque gris. Me encanta que tus palabras siempre se cuelen en mi mente a través de esas imágenes. Gracias y le deseo un curso próspero en el que siempre siga creando imágenes como esta.
    Un saludo,
    S-G-S (no sé por qué sale anónimo)

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias, querido Señor del Gris. Es un honor, como siempre, recibir sus palabras que, también como un torrente, se cuelan en mi alma deseosas de escribirme en el espíritu. Un abrazo, y siga escribiendo esos bellos poemas que tanto alientan.

    Un abrazo,

    T.S.L.

    ResponderEliminar