jueves, 17 de mayo de 2012

ME CREO




Tengo una expresión bíblica en el alma,
quiero decir que mi corazón se cree continuamente
con una fe poderosa que alimenta
mil cubos de sangre
esparcida, esparcidos mis
pedazos
uno
            a
                        uno
piden el sollozo de otros
ojos externos
cuya realidad
exige siempre
una fe infinita y para nunca. 

3 comentarios:

  1. Trovador, maravilloso poema! Esta fe la he sentido tan intensa a veces que me parecía que podía tragarme la vida por los ojos. Luego la vida me ha zarandeado y ha peligrado esa llama. Pero siempre, por muy chiquitina que se quede, la siento adentro reconfortante y no la olvido y trato de avivarla a menudo. Cuando oigo el viento frío que quiere abalanzarse sobre ella, cierro puertas y ventanas, cojo un libro como escudo y un pincel que le pinte mensajes disuasorios, y así la protejo hasta la próxima.

    Me complace, no sabes cuánto, el que alguien tan joven haya encontrado en la poesía un modo de explorar en su interior y analizar el exterior, tratando de comprender ambos. Tienes mucho talento y me da mucha envidia!!


    Respecto a tu respuesta a mi comentario anterior, he querido meterme debajo de la mesa camilla y taparme con las enaguas de invierno que ya quité. No sufras, no es culpa tuya, mi timidez patológica me suele empujar a ese tipo de huidas. Es cierto que el anonimato me resulta muy reconfortante, pero como creo saber quién eres y para una señora de mi edad no es muy apropiado ya andar metiéndose debajo de las mesas, todo se andará, como decimos por aquí. Te puedo decir que estoy en el Club de Lectura Burgundy al que pertenece Clemen y siendo poeta igual podemos para una de las reuniones arreglar una invitación y nos lees algo o nos hablas de tus inquietudes literarias. Espero que no te parezca muy extraña mi tendencia a la huida. Me parece que al ser poeta debes ser muy muy raro (te aviso, antes de que te ofendas, que es mi mejor piropo) y comprenderás este tipo de comportamiento un tanto misántropo, aun no congeniando muy bien con las costumbres sociales actuales.

    Un saludo,
    Ana.

    ResponderEliminar
  2. Hola Ana, muchas gracias por tus palabras. Lo que más me maravilla de este tema es cómo uno se cree constantemente por dentro, cómo el corazón no lo vemos y sabemos que existe por esa sensación inexplicable que casi nos ahoga algunos ratos, pero que nos revive.

    Como te dije en el anterior comentario, respeto tu anonimato jejej Lo que me dices del Club de Lectura estaría genial, podemos arreglar perfectamente una quedada y compartir experiencias y pasiones.

    En cuanto a que soy raro, cierto es, ¡Vive Dios! jaja Y entiendo que esa rareza no sea una ofensa, pues tristemente, lo común, hoy día, está enfermo y encaminado hacia lo terrible.

    Por si te quedaran dudas de mi identidad, mi nombre es Marcos. Aunque por aquí prefiero seguir llamándome Trovador.

    Un saludo, y un brindis por las almas y las letras.

    T.S.L.

    ResponderEliminar
  3. Trovador, me parece muy cierto lo que dices sobre lo común. Esta es una de las razones principales por las que me gusta tanto leer, pues en ningún sitio como en los libros para encontrar seres interesantes y diferentes.

    No sé cuándo tendremos la próxima reunión en el Club de Lectura, pero se lo comento al resto y ya te digo a través de tu blog. Elegimos a Bukowski en la anterior reunión, por si te apetece mirarte algo.

    Un saludo, y sí, un brindis por las almas y las letras!
    Ana.

    ResponderEliminar