miércoles, 26 de agosto de 2009

FRUSTRA





No estaba claro, ni venidero

el horror, el placer de la vida,

las lágrimas por deseos frustrados,

los viejos amores en el recuerdo.


Y la pasión me vence,

me agarra de un tirón la cabellera,

tranquila, risueña,

se despereza en mi regazo,

y me habla,

como un rayo.


Como ayer, los recuerdos,

la mente en vela

en las noches de invierno,

tiritando de frío.


Y mi camisa, tan arrugada

y sucia, me cubre la piel,

y su pelo me acaricia

la mejilla.


Cuando el cielo es el deseo de los dientes,

hablando de recuerdos,

muerdo un alfiler,

quemo mis pecados,

mi rabia, y mi pasión

frustrada.


Y en la noche me desperezo,

y escribo letras de amor

desesperadas.

Reitero, me vence la vida

en las esquinas soñolientas,

de ciudades repletas

de perros a la noche,

y vidas independientes

en ventanas de hierro frío.


Triste y parado,

me enfrío,

y enloquezco de rabia,

lejos de tu regazo.

Poetas y poemas en conjunto

me recuerdan un momento,

y me uno al desaliento

apasionado.


Junto al fuego,

junto a todo,

junto al viento,

a lo lejos,

gritando.

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