lunes, 28 de febrero de 2011














Dime, ojos fríos.

De alba enjuta en el canto
se llena el alma que me vierte,
cuerpo en el día, primavera
cansada.

Yo quisiera ser como un
oscuro clarecer del alba,
como la sombra de un largo día,
como el miedo inmenso de la valentía,
ay, si más pudiera ser
menos sería.

Yo quisiera ser de todo
y ser nada,
ser fuertemente débil,
descansar despierto
en un minuto junto
a la vida que llevo
y que me lleva.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias, Manolín. Es todo un placer tenerte por aquí. En este poema quería jugar con la contradicción, como hizo Baudelaire en "Las flores del mal".

    ¡Brindemos por el derecho a la contradicción!

    Un abrazo

    PD: Cuando te hagas un blog, avísame. Me gustaría leerte a menudo.

    T.S.L.

    ResponderEliminar
  2. Vale, acabo de descubrir tu blog. Perfecto, me pasaré a menudo.

    Otro abrazote.

    T.S.L.

    ResponderEliminar