martes, 1 de febrero de 2011

TANGO


*

Un verso aquí sentado.

Cómo decirte que la vida
es pequeña flor y amarga,
ay, dulce sombra, allí
umbrosa, en la memoria.

Cómo decirte que si estuve frágil
no hubo viento ni aliado,
y que todo es la agobiante mañana
que espera un canto o un quejido,
quieta, en el cielo,
junto al hombre.

Cómo decirte que tu viento abusa
de los árboles y que mi quejido es dulce.
Cómo decírtelo todo y querer
abreviar el mundo en un suspiro.
Cómo suspirar si mi llanto es lento, ay...

Si vivir fuera un descanso
no habría fatiga ni amor.
Pero vivir es vivir
como sueña el hombre en la noche,
taciturno y sensible.

Entonces la flor es débil
y la canción amarga,
y aparece otra vez,
como un sueño impasible,
la mañana.


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