domingo, 30 de enero de 2011

*


Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.

Cesare Pavese

El día y su sinrazón,
el día muerto ya sin horas
siquiera languidece
en el pecho absorto
de otros días.

El día que no perdona
los pasos ni los ojos tristes.
Un día como otro cualquiera
entre la gente, aislado
del mundo.

Esos pasos que se oyen
penetrar la vida en lo profundo
de lo horrible.

Ay, una muerte segura
en el abismo.
Hay un corazón cansado
al otro lado.
Un despertar en otra vida
que no recuerda ésta.
Cuando todo es del color
de la azucena, Ay, Ay...

Y otros meses se van,
quedan los años
heridos.

Un segundo horroroso
que se desangra de ser
y el ser que no respira
y que no vive.

Entonces vuelve el latir,
y la respiración,
y el recuerdo,
y es la muerte.

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