martes, 12 de mayo de 2009

A UN ESQUIVO TROVADOR

Andando caminos de hombre ovejuno,
soplando al aire el dichoso trovador,
el ruin esquivo tirita de calor,
y acordes lentos suenan uno a uno.

Por antaño hombre llamado verdugo,
vestido de solapa, gran orador,
viste en vida discrepando de pasión,
decapitando libros de Unamuno.

¡Tú, cielo ardiente entre humo aprisionado,
cubre con tu frente un pequeño rincón!
donde un trovador luce descarado,

pidiendo a gritos su humilde salvación,
muriendo cada día desolado,
mientras acostado llora por dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario