sábado, 4 de abril de 2009

MATCH POINT



Imaginaos un partido de tenis, una pelota, dos raquetas, dos almas corredoras. En un pequeño despiste la pelota golpea en la red. Si pudieramos parar el tiempo, justo cuando la pelota toca la red ésta iría hacia arriba. Con un poco de suerte, cae en el otro campo y ganas, si no hay suerte cae en el tuyo y pierdes. Qué gran metáfora expone el gran Woody Allen en esta gran película de su cine más contemporáneo. Engrandece la visión de la vida como fruto del azar, de la suerte. Todo está vinculado a ella. Un negocio, un amor, un delito, un asesinato, un partido de tenis. Nada depende del talento, sino de como el azar trate tu mente. Por un momento me paré a pensar, no está tan mal. En toda mi vida me doy cuenta de que muchas situaciones que han sido fructíferas son puro fruto del más preciado azar. No hablo con la ignorancia suprema, en algunas ocasiones incluso podría haber muerto. Pero claro, la suerte puede ser siempre buena o mala, no se compliquen la cabeza señoras y señores, todo quedará dictaminado por esta señorita que nos mueve como fichas de ajedrez en el tablero mundanal. Dictaminen su mayor deseo, haganlo notar, y confíen ante todo en que, si sale bien, es porque ha habido suerte. Si nos quedamos parados, al lado de la red, la pelota nos golpeará en la cabeza suavemente y veremos cuan hija de puta puede ser la fortuna.

Lo siento si soy pesimista, o realista, o incluso para algunos masoquista, pero mi verdad no tiene más argumento que la propia experiencia. No es por ser empirista, ni Aristóteles se revuelve en mi mente, pero añoro y agradezco los momentos que han sido afortunados. En todo caso os recomiendo esta gran obra del gran Allen, con un poco de suerte no será ninguna pérdida de tiempo.

Saludos

T.S.L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario