sábado, 13 de febrero de 2010

NOCHES DEL PILAR DE LA HORADADA


Recuerdo exactamente como era la barra. Ella me miraba, permanecía en silencio, implacable. Lamí el asfalto con suave delicadeza. Me levanté, y miré hacia una lampara que había colgada sobre un hierro inestable. Aquella fue la noche en que murió el rock and roll, según decía mi amigo. Tras ello siempre oía a un caballero decir: "Fue el día que más unido me sentí a mi padre".

Recuerdo esa gran noche. Una barra, una chica tras la barra, mucho whisky y vodka, y tres tipos conversando acerca de la calidad de los alargadores de pene de Austin Powers. Incluso hablábamos de la vida, y de mujeres. Y del gran cuerpo de la camarera. También mencionamos la muerte, y su temible perspicacia.

Llegó a amanecer súbitamente. El hielo se derretía en los vasos cansados de esperar. Era hora de comer algo. Lo hicimos, sí, oh recuerdo muy bien ese momento. La noche había hecho mella en nosotros, y ahora era de día. El amanecer poblaba las barbas de la playa, y tan sólo nos quedaba el recuerdo de una gran conversación.

Tras ello todos nos fuimos a casa. Nos fuimos, tras saludarnos, despedirnos, y mancharnos de babas la camisa. Nos fuimos a casa, y volvimos a nacer.

4 comentarios:

  1. Gran entrada Trovador y gran noche, grandísima como tu mismo has descrito. Este año hay que repetir pero como esa seguro que no hay ninguna.
    Un fuerte abrazo y gracias por traerme tan cerca el recuerdo de aquella noche, del alargador de pene de Austin Power y del cuerpo de aquella muchacha a la que cautivaste con tus versos.
    Un abrazo.

    Pd. Hasta las....

    jeje
    Fumador

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  2. Debía recordar esta gran noche, fueron horas que pasaron entre whisky y muchas risas. Junto con el Potro de la venta del pino. Gran hombre, por cierto. Este verano volveremos allí, y espero que nos ofrezcan el mismo rock and roll.

    Un fuerte abrazo querido Fumador.

    PD: ...cejaaaaas!!!

    jajaj

    T.S.L.

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  3. Por Dios trovador!!! Quiero que sepas que no llore cuando colgarón a mi padre por robar un cerdo... pero ahora tengo lágrimas en los ojos!! Nunca olvidaré al calor de la conversación junto al frío de las copas. Nunca olvidaré la luz del amanecer reflejándose en nuestros ojos ya irritados por el humo de infinitos malboros. Pero ante todo no olvidaré a los caballeros que me ofrecieron esa gran e inolvidable noche (en realidad, ante todo no olvidare a aquella preciosidad que nos reía los chistes). Contar conmigo y con el forito este año, que seguro no faltamos. Un abrazo y, para no variar, nos vemos en los bares.

    El potro de la venta del pino.

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  4. Este año volvemos hacia allá, y buscaremos el chiringuito 24 horas. Y en la noche brindaremos por nosotros, hasta que el sol nos acaricie las mejillas.

    Un fotísimo abrazo don potro de la venta del pino.

    T.S.L.

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