lunes, 22 de febrero de 2010

ELOGIO A LA VIDA

Vida, vida mía, perdona;
perdona si te he herido.
Temiste quizá de mi aliento las palabras
que ansiaban tu muerte.

Despedacé con susuros sus cuerpos,
hablé tan bajo que callé
y murieron al paso.

Oh vida mía, lo siento.
Fueron rápidas mis palabras,
y me alejé tanto...tanto que dolió.

Por no podernos poseer
un alma vino callada conmigo
y se fue.

Vuelves, sí, hoy vuelves conmigo
y me abrazas esta noche;
Vida, vida mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario